
El año pasado, la categoría de Mejor Actriz brilló con el baile de la victoria de Natalie Portman. Hoy, 2 de septiembre, resulta imposible elucubrar quien seguirá sus pasos aunque ya se barajan varios nombres, unos con más peso que otros, y la mayoría producto de la mera especulación o del vaticinio de los críticos más aventajados pues, no hace falta recordar, que la inmensa mayoría de las películas a tener en cuenta están a la espera de presentarse en los próximos festivales.
No obstante, en esta primera etapa de la carrera, nos hacemos eco de las primeras favoritas y podemos afirmar que de ser cierto los nombres que más suenan nos encontraríamos, a priori, con un proclamado duelo de la vieja con la nueva escuela. Debemos ser muy cautos a la hora de esbozar a las grandes favoritas en estos momentos y, personalmente, me atrevo a hacerlo en cuatro grandes bloques (ojo porque el orden de aparición no se corresponde con el de ningún termómetro personal):
El primero estaría formado por “las veteranas”: concretamente, dos… pero vaya dos… por un lado, una espléndida Meryl Streep que optaría a su decimoséptima nominación por “The Iron Lady”, el esperado biopic sobre la ex primera ministra británica Margaret Thatcher centrado en los días previos a la Guerra de las Malvinas (1982), dirigido por Phyllida Lloyd (Mamma Mia!).
Por el otro, Glenn Close, inminente premio Donostia del Festival de San Sebastián, que suena
con fuerza por “Albert Nobbs”, de Rodrigo García (Mother and Child). El film, adaptación de la obra teatral homónima basada, a su vez, en el relato corto del irlandés George Moore, cuenta las vicisitudes de una mujer en el Dublín del siglo XIX, que simulará ser un hombre durante veinte años para poder sobrevivir. Como aval, Close ya interpretó este mismo papel con éxito y reconocimientos sobre las tablas de Broadway.
Sin desprestigiarlas, ambas actrices fueron las primeras en colocarse en ojo del huracán y presentar sus credenciales por el mero hecho de ser quienes son y los papeles que interpretan.
En segundo lugar, estaría el grupo de “las tres actrices del momento”. Las tres han superado los treinta, las tres son iconos de belleza y de talento y las tres ya saben lo que es estar nominada a los Premios de la Academia (y dos de ellas ya lo tienen):
La primera, Michelle Williams gracias a “My Week with Marilyn”, la ópera prima del británico Simon Curtis (curtido en la televisión como director y productor), donde encarna y se mimetiza, nada menos, que con la mítica Marilyn Monroe, centrándose en su relación con Colin Clark (Eddie Redmayne), su fugaz asistente durante el rodaje en Reino Unido de “The Prince and the Showgirl” (1957). Ojo, porque el megalómano Harvey Weinstein está detrás de este proyecto.
En este grupo se encontraría Charlize Theron protagonista de “Young Adult” el cuarto largometraje de Jason Reitman (tras las fascinantes “Thank You for Smoking”, “Juno” y “Up in the Air”) y guión firmado por la oscarizada Diablo Cody. La sudafricana ya ha sido alabada por los primeros medios que han tenido las suerte de ver el fim en postproducción como Hollywood Elsewhere y señalan que se trata del mejor papel de su carrera, interpretando a una mujer que vuelve a su ciudad natal con el firme propósito de reconquistar a un amor de juventud (Patrick Wilson) al que descubre casado y con hijos.
Por último, 2011 supone el regreso a la gran pantalla de la gran Kate Winslet después de tres años de descanso… y por partida doble: de la mano de los oscarizados Steven Soderbergh (Contagion) y Roman Polanski (Carnage). Es precisamente este último quien le da la mejor oportunidad de alcanzar de nuevo lo más alto con la adaptación de la magnífica obra teatral de la polifacética Yasmina Reza del mismo título. Un tour de force para la actriz y sus compañeros de reparto (Jodie Foster, Christoph Waltz y John C. Reilly) que promete, a partes iguales, comedia y drama.
En tercer lugar, tres veinteañeras “llamadas a llegar y besar el santo”:
Felicity Jones dio la campanada en la última edición de Sundance con “Like Crazy”, de Drake Doremus, un drama romántico centrado en una universitaria británica y un norteamericano (Anton Yelchin) que ve peligrar su historia de amor cuando ella se vea obligada a regresar a su país. Desde comienzos de años está en el candelero y nadie parece dispuesto a bajarla.
Rooney Mara saltó a primera plana el año pasado de la mano de David Fincher con la multipremiada “The Social Network”. 2011 está llamado a ser su año de consolidación con el esperado remake made in USA de “The Girl with the Dragon Tattoo”, de nuevo bajo las órdenes de Fincher. Hay transformación física hasta el extremo, algo que les encanta en Hollywood, pero salta la pregunta ¿lo que no consiguió Noomi Rapace lo logrará ella?
A Elizabeth Olsen se le abren las puertas de un futuro prometedor gracias a su bautizo oficial cinematográfico: “Martha Macy May Marlene”, el primer largometraje de Sean Durkin. Respaldada en Sundance y Cannes, la hermana pequeña de las mediáticas gemelas aparece en las primeras quinielas, dando vida a una joven atormentada por el pasado y la paranoia que huye de una secta, refugiándose en su familia.
El cuarto y último grupo podríamos llamarlo “sin título”: debido a la heterogeneidad de sus miembros:
La Academia se olvidó de Tilda Swinton y sus memorables interpretaciones en “Julia” (2008) y “I Am Love” (2010), parece imperdonable que sufra un nuevo varapalo a la vista de las entusiastas críticas que despertó en Cannes “We Need to Talk about Kevin”, tercer largometraje de la cineasta Lynne Ramsay, centrado en la difícil relación de una madre con su hijo adolescente (Ezra Miller).
Viola Davis cuenta con opciones cada día más reales de alcanzar su segunda nominación gracias
a “The Help”, de Tate Taylor, la adaptación del bestseller homónimo de Kathryn Stockett. El film ha sido número 1 de la taquilla USA y, casi por unanimidad, la crítica especializada la señala como uno de los nombres asegurados de la temporada, por su interpretación de Aibileen, una de las criadas que conocerá Skeeter (Emma Stone), una joven escritora que regresa a su pequeña ciudad natal en Mississippi afanada por descubrir la realidad de las sirvientes afroamericanas, su dedicación y su discriminación racial.
Michelle Yeoh ocupa un mero lugar de incertidumbre: “The Lady”, del enfant terrible Luc Besson, narra la heroica historia de Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz, figura emblemática de la oposición contra la dictadura militar en Birmania y defensora de los derechos humanos. No debemos descartar que los premios de la industria le dé un brote pacifista si la actriz malaya está a la altura de la circunstancias.
Kirsten Dunst se alzó con la Palma de Oro por su Justine en “Melancholia” el nuevo trabajo de Lars von Trier. La intensidad dramática de los papeles femeninos en las cintas del director danés son indiscutibles y la joven de New Jersey cuenta con una oportunidad de oro para abrirse nuevos horizontes y contar con el beneplácito, al menos de la crítica y la Academia. Difícil lo tiene.
La lista podría completarse con Anne Hathaway (“One Day”), Rachel Weisz (“The Whistleblower”) o Helen Mirren (“The Door”) pero una cosa es casi segura: algunas caerán, otras cogerán más fuerza y a la vez nuevos nombres se sumarán a lo largo de esta primera etapa de la carrera. Disfrutemos de la que promete ser de las categorías más reñidas.