Eres negra. Eres protagonista. Eres ¿la favorita?

La pelea por el Oscar de Mejor Actriz entre Viola Davis y Meryl Streep este año, además de ser una de las más reñidas que se recuerdan, está dando que hablar y mucho. Ahora, la conocida comentarista de Awardsdaily.com, Sasha Stone, define las palabras que el periodista Mark Harris dedica a Viola Davis en grantland.com como “lo mejor que ha leído sobre la carrera por el Oscar en este año.” A continuación podéis leer la traducción del fragmento en el que Harris habla sobre Davis y decidir vosotros mismos si estáis de acuerdo con ellos.


“Con su voz profunda, su seriedad y su don para mostrar el dolor contenido y una autoridad moral que no necesita ser expresada con palabras, Davis es contratada por lo general para interpretar a personas responsables (detectives, doctores, trabajadores sociales, policías). Una vez interpretó a una alcaldesa; en otra ocasión estuvo al frente de la CIA. No es que le hayan ofrecido muy a menudo el papel de criada, o tal vez ha rechazado esos papeles; antes de The Help, hizo las veces de empleada del hogar de forma memorable en la brillante Far from Heaven de Todd Haynes, en la que ambos parecían colaborar codo con codo en la pantalla en la deconstrucción de las cualidades del servicio del hogar en una película de los 50. The Help fue diferente: a los 45 años, Davis tuvo por fin la oportunidad de interpretar un papel protagonista en una película de un gran estudio. (¿De verdad vamos a seguir sin tratar la cuestión de la raza, y de lo poco que habría tardado en llegarle esa oportunidad de no haber sido por eso?). Pero esa oportunidad implicaba llevar uniforme de criada y sujetar en su regazo una niña blanca y rubia a la que le decía: “You is kind. You is smart. You is important." (Eres buena. Eres lista. Eres importante.).


Desconozco el coste emocional que implicaría para Davis interpretar algo así en su primer gran riesgo como protagonista, o si le supuso algún conflicto personal de antemano. He hablado con actrices negras, fuertes e inteligentes, que dicen que un gran papel es un gran papel, y con otras actrices negras, igual de fuertes e inteligentes, que simplemente no quieren de ninguna manera interpretar a criadas o a esclavas, al igual que he conocido actores americanos de origen árabe que sintieron que tenían que rechazar la oportunidad de oro de que Kiefer Sutherland los matara en 24. No puedes llamarlas prima donnas a menos que tú mismo te hayas pasado años afrontando la dura realidad que te muestra que, a pesar de tu talento y de las tablas que tengas, un gran porcentaje de lo que te ofrecerán es la oportunidad de interpretar clichés raciales. Sí, Hattie McDaniel le dio profundidad a un personaje que era una caricatura a fuerza de puro talento. Eso fue hace 72 años. En 2012, deberíamos haber avanzado más allá del sentimentalismo del pasado y de la Mammy y su “Yo he criado a ese niño desde que era un bebé.” Las políticas raciales de The Help no son las de Gone with the Wind, pero, como dije cuando la película se estrenó, es muy cómodo traficar con clichés sobre mujeres negras y maternales cuya compasión y capacidad para criar y cuidar niños siempre acaba eclipsando su rabia.


Afrontando el riesgo de ese arquetipo, Davis hizo el trabajo más duro de todos en la categoría de Mejor Actriz: hizo que la película fuera mejor (mucho mejor) sin jugar en su contra. The Help tiene mucho brillo, mucho colorido y mucho grito: está llena de pelucas tontas y de vestidos de colores chillones, payasadas de teleseries cómicas y pasteles de mierda, señoras mayores traviesas a las que queremos como Sissy Spacek, regañinas con el dedo sacadas de Designing Women, y esa clase de pivotes puestos de esteroides que van de lo cómico a lo conmovedor y al tipo de melodrama que daría vergüenza hasta a un episodio de Glee. Davis aporta humanidad a la película. Aibileen es una mujer dulce pero precavida, ha vivido lo suficiente para saber que, en su mundo, se sobrevive agachando la cabeza, no desafiando, guardándote tus pensamientos, viendo y escuchándolo todo pero haciendo como que no te das cuenta de las cosas, e intentando aplicar tu propio sentido de la decencia y de la bondad a un trabajo muy necesitado en un mundo que, a menudo, no conoce decencia ni bondad alguna. Cuando aparece en pantalla, su presencia calla los gritos de pájaros del resto de personajes de la película; te recuerda que la cuota de racismo cotidiano y superficial no queda realmente tratada por hacer que Bryce Dallas Howard coma mierda. Davis es una actriz físicamente dotada, que incorpora el agotamiento y la tensión de ser Aibileen a cada movimiento y a cada músculo, y es también esa clase de intérprete raro que te atrae aún más con sus silencios (incluso en este año con The Artist y con Max von Sydow). Con eso corrige los excesos de The Help sin salirse en ningún momento de la película como método de auto-protección. A cada momento, Viola resta simpleza a la película.


Hay muchas formas en las que Hollywood podría responder a una interpretación así de buena. Un Oscar sería un buen comienzo. Cuando ganó el premio del Gremio de Actores (SAG) el mes pasado, Davis citó a dos actrices: Cicely Tyson, su inspiración cuando era niña, y Meryl Streep, su inspiración cuando iba a la universidad. Esos nombres representan dos pasados distintos y dos posibles futuros. Tyson, cuya interpretación a principios de los 70 en The Autobiography of Miss Jane Pittman llevó a Pauline Kael a alabar su “integridad superior” y a predecir que estaba “encaminada” a convertirse en una de las más grandes de la historia, nunca tuvo la carrera que debería haber tenido. Por otra parte, Streep sigue alcanzando y redefiniendo todo lo que podemos imaginar posible para una gran actriz. ¿Y Davis? ya ha completado el rodaje de su próxima película titulada Won’t Back Down (no cederé) y ha firmado para un par de papeles secundarios, pero ¿el plato fuerte?, ¿esa película hecha para ella?, ¿ese increíble nuevo papel que su rol de protagonista en un éxito como The Help debería granjearle?, ¿ese proyecto personal para el que ahora tiene la influencia necesaria para llevarlo a cabo?...eso aún no ha ocurrido. Un Oscar supondría el reconocimiento a un trabajo hecho extremadamente bien. Pero tal vez también podría valer como una especie de promesa por parte de una industria que sabe que tiene que empezar a dar la bienvenida a talentos como el de ella al menos a medias.”

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