domingo, 4 de septiembre de 2011

The Oscar’s Speech

Si algo demostró la última ganadora del Oscar a Mejor Película es que un buen discurso lo es todo. Una frase, un gesto, un error, un momento divertido, cualquier detalle de un discurso puede hacer que éste acabe siendo incluso más recordado que el propio ganador.

Existen unas pautas básicas para salir airoso de ese aterrador momento en el que billones de ojos de todo el planeta están puestos en ti. Lo primero que nunca se debe olvidar es, antes o después de haber dado las gracias hasta al ayudante de dirección de tu película, mencionar a los compañeros de nominación. Puedes compartir tu premio con ellos, aplaudir su trabajo, reconocer su mérito, sentirte halagado de estar en la misma categoría que ellos… En definitiva, un poco de peloteo que los haga sentirse menos derrotados aunque sigas siendo tú el que se lleva la estatuilla a casa. Así lo hicieron Helen Hunt, Oscar a la Mejor Actriz en 1998 por As Good As It Gets, que admitía casi avergonzada que, la primera vez que vio Mrs. Brown, le dijo a su pareja que Judi Dench ganaría el Oscar. O Juliette Binoche, Mejor Actriz de Reparto en 1997 por The English Patient, que reconocía abiertamente que creía que Lauren (Bacall) iba a ganarlo. "Ccreo que se lo merece” afirmaba la francesa en el escenario. Y es que la humildad siempre se agradece, sobre todo en estrellas recién oscarizadas, y siempre te puede ir muy bien si tu Oscar es más robado que ganado (Helen, me veo obligado a ponerte de nuevo como ejemplo).

Otro elemento clave para un buen discurso en los Oscar es la emoción, aunque sin control, se puede convertir en un arma de doble filo. Como decía con la humildad, también se agradece un poco de emoción en los discursos ya que uno hace el esfuerzo de quedarse despierto hasta las tantas de la madrugada para ver la gala (al menos a este lado del Atlántico). Pero una cosa es emocionarse, como le ocurría a Alan Arkin, Mejor Actor de Reparto en 2007 por Little Miss Sunshine, que a sus años se le cortaba la voz al agradecer a los grandes maestros que ha tenido en su vida, o a Tom Hanks, que en el discurso del primero de sus dos Oscars consecutivos como Mejor Actor, decía emocionado que su trabajo “se magnificaba por el hecho de que las calles del cielo están abarrotadas de ángeles”, en alusión al triste tema que trata Philadelphia, película que le valió ese primer Oscar en 1994; y otra cosa muy distinta es hacer el ridículo lloriqueando como una adolescente a la que acaban de nombrar reina del baile, como hicieron Gwyneth Paltrow al recoger en 1999 su más que cuestionable Oscar como Mejor Actriz por Shakespeare in Love (la cara de su propia madre resumía lo que todos pensábamos en ese momento) o Halle Berry, Mejor Actriz en 2002 por Monster’s Ball, que con la excusa de que era la primera actriz negra en ganar dicho Oscar nombró, sin parar de moquear, hasta a su abogado. También puedes aprovechar el momento para recordar que los sueños se hacen realidad, aunque la frase esté más manida que decir que el rey es campechano, o como aconsejaba Ellen DeGeneres, puedes recordar lo dura que fue tu infancia en el Bronx (aunque no te criaras allí) porque no sabías leer (aunque supieras).

Si no has nacido para dar discursos emotivos, siempre puedes optar por el humor, y en ese campo la reina indiscutible es Sandra Bullock. Si algo merece la pena es el discurso que daría después (y la presentación de Mejor Actor del año siguiente). ¡Qué carrera como monologuista más desaprovechada la de la Bullock!. Otra que arrancó risas gracias a la naturalidad y espontaneidad de sus palabras fue Marion Cotillard. La actriz francesa, Mejor Actriz por La Vie en Rose en 2008, estaba tan sorprendida que dijo lo primero que se le vino a la cabeza, literalmente: “¡Gracias a la vida, gracias al amor!”. Ella sí que es un amor. Cotillard es el mejor ejemplo de que siendo natural, ya tienes un 50% de tu discurso logrado. Ejemplo que no siguió la ganadora a Mejor Actriz de Reparto por The Fighter de este año. Melissa Leo no iba a dejar que la olvidásemos sin más tras la gala. Fingió emoción cuando la cámara la enfocaba pero las lágrimas se negaron a formar parte de ese patético teatrillo, fingió sorpresa que no tardó en convertirse en exageración y sobreactuación, fingió tirarle los tejos a Kirk Douglas para acabar robándole el bastón mientras fingía que no podía andar. Por fingir, hasta fingió que el taco que soltó había sido sin querer e incluso se atrevió a pronunciar el nombre de Kate en vano…¡Qué dura debe ser la crisis de los 50!. Leo es el ejemplo de que el humor es una herramienta que, si no sabes usarla, se acaba volviendo en tu contra.

Por último y si después de todo esto te quedan ganas (y segundos) de añadir algo más, siempre puedes ponerte patriótico (Javier y Penélope se ganaron a algún que otro detractor con sus palabras en español), comprometido con alguna causa (me gustaría creer que los discursos de los dos Oscars que cosechó Milk en 2009 removieron algunas conciencias retrógradas), político (a Vanessa Redgrave le importaron poco los abucheos que levantaron sus palabras al recoger el Oscar a Mejor Actriz de Reparto por Julia en 1978), contestatario (el cantautor Jorge Drexler respondía a la prohibición de la Academia de cantar en la ceremonia cantando en su discurso) o simplemente puedes optar por ser un tostón y aburrir a todo el mundo recitando la lista de santos de tu madre (“it’s a different culture”, claro que sí). Hablo por supuesto de Peeeeeeeeeeeeeeeedro. En los discursos de este año tuvimos un poco de todo: el humor British de Firth, la emoción de la embarazadísima Portman, el tostón de discurso de Christian Bale y el futuro premio Tony de Melissa Leo. Pero la cuestión es que, para cuando tienes que hacer el discurso, el Oscar ya no te lo quita ni Harvey Weinstein (o tal vez él sí, no subestimemos su poder en Hollywood).

Así que, posiblemente, el mejor ejemplo de discurso de Oscar sea el de Elizabeth Taylor cuando ganó el premio como Mejor Actriz por Butterfield 8. "No sé cómo expresar mi agradecimiento por esto y por todo. Supongo que todo lo que puedo hacer es decir Gracias. Gracias con todo mi corazón." 50 años después nadie ha conseguido decir tanto con tan pocas palabras.

16 comentarios:

Excelente post, y espero que haya buenos discursos en la ceremonia del proximo año

ME GUSTO MUCHO ESTE POST... FANTASTICO...!!!

Siempre se dijo que Greer Garson realizó en 1942 el discurso más largo de la historia de los Oscar (5 minutos de reloj). ¿Lo ha superado alguien en los últimos años?

Para mí son de 10 los discursos de Kate Winslet (tanto de los Globos como del Oscar)!

Sin dudas lo mejor es estar de todo y que sea natural: precisamente comencé a ser fan de cotillard cuando vi su discurso por casualidad y comencé a mirar su filmografía!

Otro ejemplo: julia roberts hizo, en mi opinión, un discurso de diez!

Pues para mi el mejor dicurso fue el que dio Joe Pesci cuando ganó por "GoodFellas":

"Es un privilegio. Gracias."

Así deberian ser todos los dicursos, caray ;)

Pues para mi el mejor discurso fue el que dio Joe Pesci cuando ganó por "GoodFellas":

"Es un privilegio. Gracias."

Así deberian ser todos los discursos, caray ;)

Para mi uno de los mejores es el de Rita Moreno cuando ganó por "West Side Story'.

"I can't believe. Good Lord! I leave you with that'.

http://www.youtube.com/watch?v=ZaOy0eb0Tbs

Disculpame pero el Oscar de Helen Hunt es uno de los más merecidos en la categoría Mejor Actriz.

Los que han sido los mejores discursos para mí:

Jodie Foster en 1988 como mejor actriz es considerado por muchos el mejor discurso.

Russell Crowe en el 2000 fue bastante sobrio y muy acertado, mantuvo la calma y no fue tan emocional como Hanks o Arkin.

Helen Mirren por The Queen en 2006 fue bastante acertada, muy british al igual que Cate Blanchett en 2004 una delicia ambos discursos, dos verdaderas damas recibiendo un premio (Nada que ver con Paltrow y Leo, las americanas siempre dando pifia).

El de Jane Fonda el del 2º oscar fue muy emotivo, al igual que el de Louise Fletcher. El de Nicholson el del primer oscar fue acertado y el de Conelly fue tremendamente lindo.

Los peores:
Sally Field en el 84 fue un chiste, su I Like quedó para al historia y para infinidades de parodias.
Halle Berry también para parodiar bastante al igual que el de Paltrow.
El de Nicole Kidman y Whitespoon me pareció hipocrita y pesado.
Melissa Leo ni hablar.
El de Angelina Jolie fue un asco, ¿Como va a confesar que ama su hermano?
Cuba Gooding Jr, el peor, sólo será recordado por el discurso no por las peliculas que hizo a posteriori.
EL presumido discurso de James Cameron, gracias a dios la academia evitó otro discurso así al no darle el oscar.
Todos aquellos que sólo dijeron: GRACIAS¡¡¡¡ sencillamente se fuesen evitado el largo discurso no asistiendo a la ceremonia: Gable, Pesci, Gloriam Grahme son los que recuerdo.

El de Shirley McLaine también debió de estar bastante bien, porque el teatro se partía de risa con cada palabra que decía.

Lo de Paltrow fué demasiado, pero demasiada fué la cara de Blythe Danner, a la cual solo la faltaba meterse debajo del asiento. Para mi el de Paltrow fué un merecido Oscar. Blanchett lo hizo genial, y es mejor actriz, pero el papel de Paltrow era más dinámico y "jugoso" y la americana lo supo aprovechar. Vamos, que la vino Dios a ver, además de la rumorología de que Wynona Ryder y ella se odian a muerte desde que la primera acusara a la segunda de haberla birlado el guión de Shakespeare de su casa.

Si véis la entrega del Óscar a Helen Hunt, fijaos en la cara de Kate Winslet al comprobar que no la daban el Óscar a su compatriota.

Julia Roberts tuvo un discurso maravilloso.

Patriótico o no, el de Penélope Cruz fue estupendo. Se acordó de todo el mundo que apostó por ella y se la notaba emocionada y agradecida. Así da gusto.

Shirley McLaine fue una diosa: "Me lo merezco"

Yo tengo entendido que el papel de Viola en Shakespeare in love era para Kate Winslet pero por DESGRACIA la británica lo rechazó y se lo dieron a Paltrow, nunca supe eso de Winona.

A mi me sigue emocionando el de Kim Basinger. Una mezcla de sorpresa, emocion y agradecimento. Breve y emotivo. Y la demostracion de que no hacen falta 3 horas para acordarte de todo el mundo.
Luisfer

El mejor discurso fue el de Julia Roberts por Erin Brockovich. Dijo algunas frases geniales.

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