Gary Oldman, un "novato" a las puertas del Oscar

Gary Oldman nunca ha sido nominado al Oscar. Resulta difícil creer que un actor tan respetado por público y crítica como el británico no haya optado ni una sóla vez a la estatuilla dorada en sus casi treinta años de carrera, pero es cierto. El thriller "Tinker, Tailor, Soldier, Spy", el debut norteamericano del cineasta sueco Tomas Alfredson ("Let the right one in"), puede hacer por Oldman lo mismo que "A single man" hizo por Colin Firth hace un par de años: recordar a la industria el valor y presencia de un brillante actor ignorado por las asociaciones de premios hasta la fecha.

Los nombres de directores como Christopher Nolan (el reboot de la saga "Batman"), Francis Ford Coppola ("Dracula de Bram Stoker"), Luc Besson ("León. El profesional"), Ridley Scott ("Hannibal") o Oliver Stone ("JFK") adornan la filmografía de un intérprete que únicamente acumula una nominación a los BAFTA y SAG y un par de menciones en los Independent Spirit Awards. Puede que haya llegado el momento de celebrar la carrera de un actor que ha reconectado recientemente con el gran público gracias a su breve pero vital participación en la saga "Harry Potter".

Ciaran Hinds, Jared Harris, Tom Hardy, Toby Jones, John Hurt, Benedict Cumberbatch, Mark Strong y, mira tú que casualidad, Colin Firth completan el reparto de una película que acaba de anunciar una fecha de estreno muy jugosa en la temporada de premios: el codiciado mes de diciembre. Tras descartar la fecha inicialmente prevista - el 8 de noviembre -, el thriller de espionaje llegará a las salas americanas el 9 de diciembre (dos semanas antes de llegar a los cines españoles) de la mano de Focus Features, una distribuidora que sólo se ha quedado fuera de la terna del Oscar a la mejor película en dos ocasiones durante la última década.



Adaptando la novela homónima de 1974 obra de John Le Carré, la película nos llevará hasta los convulsos años 70. El fracaso de una misión espacial en Hungría desencadena un cambio en la cúpula de mando de los servicios británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Cuando Smiley ya se ha hecho a la idea del retiro, le encargan una misión especial. Hay sospechas de que un topo está infiltrado entre las altas instancias del Servicio y sólo alguien de fuera puede descubrirlo. Con ayuda de otros retirados y de algún agente fiel, irá recabando información y encajando las piezas que le lleven al traidor. Por el camino encontrará historias de traición, ambición y mentiras.

Famosos por sus habilidades camaleónicas para cambiar de aspecto y voz en cada una de sus películas, Oldman es curiosamente el actor favorito del que puede ser uno de sus grandes rivales en la carrera por el Oscar, Ryan Gosling. ¿Quién creéis que tiene las de ganar?

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