"Moneyball", un film sobre perdedores

Awardsdaily.com: "Hay una razón por la que nosotros hace tiempo nos casamos con el espíritu estadounidense del béisbol, y una razón por la que es el único deporte con algo de romanticismo. Y también una razón por la que a la cámara le gusta el cine sobre el béisbol. El "crack" de la pelota cuando la golpea el bate, esos diez segundos de espera para ver adónde irá la bola. Pero no es sólo el golpe, es también el receptor, el lanzador, el árbitro, los aficionados animando... y el cine. La relación del béisbol con el cine es tan estadounidense como los jeans, el delta del Mississippi o la materia de los sueños. La audacia de imaginar lo imposible.

Este amor se revive con "Moneyball".Una de las líneas clave de la película es el dinero. "El dinero nunca es una razón para hacer nada". Sin embargo, el gran espectáculo, como sabemos, se basa todo en el dinero. ¿Cuánto cobra un jugador? ¿Cuánto está dispuesto a pagar un equipo para fichar a ese jugador? Pero los aficionados no se reúnen en las gradas para ver dinero. Estamos ahí por el juego, el golpe del bate. El beisbol está lleno de todas las cosas que hacen que valga la pena vivir, incluso cuando se trata menos de ganar y más de perder. Cuando te acostumbras a perder, los éxitos, las pequeñas victorias, las rachas ganadoras siempre son más dulces.

Ya sabíamos que Steve Zaillion y Aaron Sorkin lograrían en un buen guión. Pero lo realmente valioso de la película son las interpretaciones y sobre todo la gran dirección de Bennet Miller. Él fue capaz de ver una buena historia donde nadie más la veía. La grandeza de "Moneyball" se ve en las grandes escenas, pero donde más resalta la película es en los primeros planos. El rostro de Brad Pitt apretando los dientes ante una jugada, un rostro tan familiar para el espectador y con la que sin embargo somos capaces de embullirnos en las emociones más profundas del juego.

Esta es una historia sobre ganadores y perdedores. Aunque el film no cuenta exactamente como fueron los hechos, la película puede cambiar nuestra propia percepción de lo que significa ser bueno en el béisbol. El fracaso personal es algo curioso. En muchos aspectos, "Moneyball" llegará directamente al corazón de aquellos que han pasado por etapas de la vida en las que sus sueños se rompieron en mil pedazos. Ellos aprendieron a adaptarse, a aceptar que los sueños sólo pueden flotar hacia arriba durante un tiempo. Tarde o temprano, esos sueños solo van hacia abajo. Pero nosotros sabemos que la vida es aquello que sucede mientras uno está haciendo otros planes. Quién iba a imaginar que Miller, Zaillian y Sorkin podrían decirnos esta verdad tan sustancial de la vida con una simple película de béisbol.

Cada vez que escucho a alguien decir que "no es una película de Oscar", eleva sus posibilidades reales. Yo no lo subestimaría. Ni por su director, ni por sus actores, ni por su guión. Los votantes de los Oscar también son personas y la gente responde ante películas que están bien dirigidas, interpretadas y bien escritas. Así que cuando Kris Tapley y Steve Pond me dicen que "es una buena película, pero no es una película para los Oscar" me cabreo. Yo lo único que sé, y he aprendido, es que una buena película es una buena película. Cuando usted habla sobre nominados, uno siempre quiere encontrar una película como "Moneyball" en la lista, ya que no genera ninguna división de opiniones.Lo único que se interpone en el camino de "Moneyball" es lo que los críticos y muchos bloggers puedan pensar sobre sus posibilidades para el Oscar.

Entonces, ¿de qué va "Moneyball"? Habla de reconocer los dones de las personas que no son estrellas, que han sido olvidadas, que, trabajando juntas, se convierten en ganadoras. Las película habla de perdedores como Bull Durham y Crash Davis, que tiene que ir a jugar en las ligas menores para rediseñar sus vidas ahora como como entrenadores. Así que por una vez, los perdedores son más valiosos que los ganadores. A veces olvidamos que lo que ya tenemos es más valioso que lo que queremos."

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