viernes, 7 de octubre de 2011

Actores para el Oscar (IV): Gary Oldman


Hoy centramos nuestra mirada en un enorme talento británico que responde al nombre de Gary Oldman. A sus 53 años, resulta increíble que el conocido actor no haya sido nominado al Oscar en ninguna ocasión y, más aún, que el Bafta en su palmarés se deba a su labor como guionista y director y no por méritos interpretativos. Sin duda, una garrafal injusticia que sonroja y que tendrá este año su mejor oportunidad de remisión gracias a un bombón de personaje en "Tinker, Tailor, Soldier, Spy", que suena con fuerza para la temporada de premios desde la premiere del film en Venecia.


Para quien no la conozca, esta es la biografía de uno de los grandes actores de Reino Unido.

De orígenes humildes, Leonard Gary Oldman nació en Londres el 21 de marzo de 1958, siendo el único hijo del matrimonio formado por Leonard Bertram, soldador, y Kathleen, de ascendencia irlandesa. Los problemas de alcoholismo de su padre constituían el drama familiar, acentuado cuando éste abandonó al pequeño Gary y a su madre a mediados de los sesenta.
Con una infancia bastante difícil, buscó refugio en las clases de canto y piano, centrándose, progresivamente, en la interpretación, así, solicitó, en vano, el ingreso en la Royal Academy of Dramatic Art, consiguiendo, no obstante, una beca en el Rose Bruford Drama College, de donde pasó al Greenwich Young People’s Theatre, donde comenzó una prometedora carrera como actor de teatro especializándose tanto en obras de William Shakespeare como en otras contemporáneas que le reportaron numerosos reconocimientos.

A principios de la década de los ochenta debutó en el cine con “Remembrance” (1982), de Colin Gregg, a la que siguieron pequeñas aportaciones en la gran pantalla. Su gran oportunidad le vino al conseguir el papel protagonista en el biopic del malogrado bajista del grupo punk Sex Pistols, Sid Vicius, en “Sid and Nancy” (1986), de Alex Col. Considerada una de las mejores interpretaciones de su carrera, le valió varios galardones, abriéndole, de inmediato, las puertas a proyectos de gran envergadura. Así, al año siguiente, estrenaba “Prick Up Yours Ears”, de Stephen Frears, un nuevo biopic (este vez, del dramaturgo maldito Joe Orton) le granjeaba el éxito, ganado el premio al Mejor Actor de la Crítica de Londres más la nominación al Bafta (perdiendo ante Sean Connery, “The Name of the Rose”).

Este imparable ascenso coincidió con su primer matrimonio con la también actriz Lesley Manville a la que había conocido en la Royal Court Theatre y con la que protagonizó el film de la BBC “The Firm” (1989), de Alan Clarke. La pareja tuvo un hijo, Alfie, pero el divorcio estaba a la vuelta de la esquina: tres meses después del nacimiento de su primogénito, Gary inició un romance con la emergente Uma Thurman durante el rodaje de “Henry & June”, de Philip Kaufman. Un idilio que los llevó a un prematuro compromiso ratificado en boda el 1 de octubre de 1990 y en un sonado divorcio en 1992.

En estos años estrena las coproducciones “State of Grace” (1990), de Phil Joanou, junto a Sean Penn, Ed Harris y John Turturro y “Rosencrantz & Guildenstern Are Dead” (1990), de Tom Stoppard (León de Oro en Venecia, por la que recibió su primera nominación al Independent Spirit al Mejor Actor, ganando River Phoenix, “My Own Private Idaho”).


Su llegada a EE.UU. le lleva a embarcarse en superproducciones hollywoodienses en las que interpretó a personajes tan dispares como Lee Harvey Oswald (“JFK”, 1991, Oliver Stone); el Conde Drácula (“Dracula”, F. F. Coppola, 1992); o Ludwig van Beethoven (“Immortal Beloved”, Bernard Rose, 1994, donde coincidiría con Isabella Rossellini con la que tuvo una relación sentimental). Durante esta etapa serán conocidos sus problemas con la bebida.

Se unió al reparto de sugerentes proyectos como “True Romance” (1993), de Tony Scott; “Léon” (1994), de Luc Besson (con el que volvería a trabajar en su siguiente título: “The Fith Element”, 1997); o “Basquiat” (1996), la opera prima de Julian Schnabel. A la vez, tuvo ocasión de conocer el fracaso con la decepcionante adaptación del clásico de Nathaniel Hawthorne “The Scarlet Letter” (1995), de Roland Joffé.

A los 39 años, Oldman se casó con la fotógrafa Donya Florentino con quien tuvo a Gulliver Flynn y Charlie John. A la tercera no fue la definitiva y la pareja se separó en 2001.

En 1997 debuta como director, guionista y productor con “Nil by Mouth”, seleccionada para optar a la Palma de Oro, valiéndole el Bafta a la Mejor Película Británica y al Mejor Guión.


“Lost in Space” (1998), de Stephen Hopkins, basada en la serie de los años sesenta o el telefilme “Jesus” (1999), de Roger Young, donde encarnaba a Poncio Pilatos, era muestras evidentes que los papeles que estaba recibiendo no estaban a la altura de su talento. Hubo, sin embargo, excepciones como “The Contender” (2000), de Rod Lurie, por la que estuvo nominado al SAG y, por segunda vez, al Independent Spirit como Mejor Actor de Reparto (los ganadores sería Albert Finney, “Erin Brokovich” y Willem Dafoe, “Shadow of the Vampire”, respectivamente) y “Hannibal” (2001), de Ridley Scott, donde llevó a cabo la transformación física más impactante de su carrera, con permiso de “Dracula” (en ambas, por cierto, coincidía con el oscarizado Anthony Hopkins).

Centrado en su nueva paternidad, se alejó durante estos años de los grandes circuitos, rechazando volver a dirigir y aceptando trabajos que no le acaparasen demasiado tiempo. Así, le vimos como artista invitado en la mítica serie “Friends” (por la que estuvo nominado al Emmy, ganando Derek Jacobi, “Frasier”) y aceptó nuevos retos como el de interpretar a un enano en la comedia “Tiptoes” (2003), de Matthew Bright. En 2004, no obstante, aceptó su incursión en la saga de Harry Potter dando vida a Sirius Black (“Harry Potter and the Prisoner of Azkaban”, 2004, Alfonso Cuarón; “Harry Potter and the Goblet of Fire”, 2005, Mike Newell; “Harry Potter and the Order of the Phoenix”, 2007, David Yates; “Harry Potter and the Deathly Hallows. Part II”, 2011, David Yates) y en la de Batman, como Jim Gordon (“Batman Begins”, 2005; y “The Dark Knight”, 2008, de Christopher Nolan).

De este modo, Oldman ha conjugado taquillazos (a los que se suman “A Christmas Carol”, 2009, Robert Zemeckis; “The Book of Eli”, 2010, Albert Hughes y Allen Hughes; “Red Riding Hood”, 2011, Catherine Hardwicke) y coproducciones europeas (“Dead Fish”, 2005, Charley Stadler; “Bosque de sombras”, 2006, opera prima del español Koldo Serra) sin dejar de mencionar bodrios como “The Unborn” (2009), de David S. Goyer.

Desde la nochevieja de 2008 está casado con la cantante de jazz británica Alexandra Edenborough.


Con “Tinker, Tailor, Soldier, Spy”, de Tomas Alfredson, se mete en la piel del afamado agente creado por John Le Carré, George Smiley, en la adaptación cinematográfica de su novela homónima de 1974: Con una trama que gira en torno a Smiley, a quien se le encarga la misión de descubrir al topo infiltrado en los servicios británicos, el director de la estupenda “Let the Right One In” (2008), le regala a Oldman el papel más aplaudido de su última etapa y le postula como candidato con grandes opciones a los premios de la temporada con pasaporte para lograr su primera nominación (¡!) al Oscar.

6 comentarios:

Inmenso, así de grande es su talento, aun así no sé porqué tengo malas vibraciones con Oldman... no sé yo si terminarán cayendo sus opciones.

Pitt, diCaprio, Djardin y Clooney son seguros... podra Oldman con Fassbender, Shannon y Gosling? AL parecer si, pero hay que ver como se desarrolla la carrera...


JoseE

¿Pitt? ¿Brad Pitt seguro? Creo que aún se podría quedar fuera de la contienda. La película tuvo buenas criticas, pero la taquilla no fue tan efusiva como se esperaba.
Y también pongo en duda las opciones de George Clooney.






Felipe.

Grande, inmenso. El Oscar debería ser para él y punto.

si mi memoria no me falla , la primera vez que le vi , fue en la olvidable segun muchos , la letra escarlata , aun me aucuerdo del discurso que solto en la iglesia ,fue impresionante.Dentro de sus papeles crueles me quedaria con una de sus mayores idas de olla , es decir , su interpretacion en leon el profesional , pobrecita matilda ahy en los lavabos , era para mearse encima.
si dependiera de mi , le daria el oscar encantada

eres un fuera de serie!!no necesitas un oscar ni siquiera una misera nominacion para ser el mejor!!... no se que es peor en esta vida! ser un ignorante o un envidioso!!.. habria que preguntarselo a los miembros de la academia!!

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